Los que me conocéis, lectores incluidos, sabéis que las palabrotas ni el desear el mal a alguien no es algo que vaya conmigo… pero también es verdad que a los enemigos los quiero bien lejos, cuanto más lejos, mejor. Por eso hoy os dejo un ritual contra enemigos que aunque no es de mis preferidos, si que lo he recomendado muchas veces a quien me viene diciendo que y no puede más, que «un enemigo me hace la vida imposible«.
Sólo debe de hacerse por justicia o defensa propia. Nada de venganzas, por favor…
Ritual contra enemigos
Un lunes por la noche, a las doce de la hora solar, cogeremos un portavelas en forma de calavera, una vela pequeña de color Amarillo,cincuenta gramos como mínimo de verbena rayada o en polvo y un sobre.
Dentro del sobre pondremos un dibujo y el nombre de la persona que queramos mortificar ( por ejemplo para que no pueda dormir o no pueda tener relaciones sexuales) y llenaremos el sobre con el polvo o rayaduras de verbena.
Si tenemos la suerte de tener una fotografía de nuestro enemigo, mejor aún ,pues actúa mucho mejor, y la pondremos dentro del sobre con lo demás.
Sobre el sobre pondremos la calavera con la vela amarilla, y la encenderemos con una cerilla de madera ( nunca utilizar encendedor), y haremos que la cera quemando de la vela, caiga sobre el sobre, para así causar males a nuestro enemigo. Mientras, recitaremos la oración siguiente
“ Maldito cabrón,
¿quémate como el carbón!,
que esta cera ardiente
te lleve como la corriente
por Orixá, por Narcisá
que su sufrimiento vaya de aquí para allá”
Esta calavera porta velas, ha de ser siempre la misma, y la guardaremos en un lugar bien seguro, sin dejar que nadie la toque jamás.
Salud y Paz,
M.
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