El aura o campo áurico es una noción que viene del conocimiento cuántico y que todas las culturas milenarias y ancestrales a lo largo y ancho del planeta, bien la han estimado para desarrollar su gran conocimiento y legado. Los griegos llamaban al aura “el alma del cuerpo”.
Todos los seres de este mundo tenemos un campo áurico que está determinado por nuestros cuerpos etéreo, físico y emocional. Se dice que corresponde al plano de las energías sutiles.
El aura es una “energía de luz o campo electromagnético que suele rodear con una forma ovalada a todos los seres vivos y que es imperceptible a simple vista”
Nuestro campo áurico está conformado por siete capas o cuerpos luminosos que se interconectan entre sí. Cada uno de ellos emite una vibración y determinan el estado de nuestro cuerpo físico.
El aura es invisible para la mayoría de los seres humanos pero los maestros que han ascendido y algunas personas con cualidades videntes, pueden percibir el aura de los seres y su tono a partir del color que ésta presente. Por ejemplo, si nuestra aura es de una tonalidad clara está indicando que estamos en estado de serenidad, en estado elevado de conciencia y en equilibrio. Si se percibe oscura es porque estamos pasando por alguna situación difícil o estamos envueltos en emociones negativas.
Nuestro campo áurico también es afectado por el de los otros. Como estamos hablando de energías y vibraciones es de saber que atraemos hacia nosotros a otros seres con frecuencia similar. De manera tal que si estamos desbordantes de alegría, llegarán personas con la misma frecuencia y en caso contrario también se da esta ley de atracción.
El campo áurico y los pensamientos
Nuestro campo áurico es afectado por nuestras emociones y pensamientos. El aura es una vibración en sí misma y responde a nuestros impulsos energéticos con nuestras emociones.
Por ello debemos estar vigilantes a las emociones que experimentamos y éstas son las que repercuten en los patrones repetitivos de nuestros pensamientos.
Para un ser humano común es difícil poder saber el estado de nuestro campo áurico y la señal de cómo estamos es indefectible si nos preguntamos ¿cómo nos sentimos? Ese sentimiento está determinado por las vibraciones que emana nuestro propio ser y esa será nuestra guía.
Si nos sentimos muy mal es posible que necesitemos hacer una limpieza de nuestro campo áurico.
Limpiar el campo áurico
Prestar atención a nuestros pensamientos es la primera opción. Sustituir conscientemente aquellos negativos por aquellos positivos nos deslastre de la energía oscura.
Cuando estamos tan abrumados por los pensamientos hay prácticas recomendadas para una limpieza energética de nuestro campo áurico como: un baño de playa es el más eficiente, pero el agua fría de río o manantial también puede aportarnos una gran limpieza.
De no poder salir, podemos hacernos un baño en casa con agua tibia infusionada con hierbas aromáticas y sal marina. Los sahumerios de hierbas como el laurel, salvia, eucalipto o romero son de gran ayuda para la limpieza del campo áurico.
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